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Los Tenangos, Un Tesoro Nacional
Orígenes e Historia de los Tenangos
En la región Otomí-Tepehua del estado de Hidalgo se encuentra el municipio de Tenango de Doria, cuna de los tenangos. Esta forma de bordado se desarrolló como respuesta a una grave sequía en la década de 1960 que afectó la economía local, basada en la agricultura. Los habitantes de la localidad de San Nicolás, perteneciente a este municipio, decidieron buscar nuevas alternativas de trabajo, utilizando sus conocimientos en textiles. Así nacieron los tenangos, creaciones únicas que combinan la tradición del bordado otomí con el ingenio y la creatividad de sus creadores.
Los tenangos son más que simples bordados. Son narraciones visuales que cuentan la vida de quienes viven en la Sierra de Tenango de Doria. En ellos, las artesanas y los artesanos plasman su realidad cotidiana, su entorno natural y sus creencias mitológicas. A través de los hilos de colores, se pueden apreciar representaciones de animales, plantas, personas y escenas festivas.
Reconocimiento de los Tenangos
Los tenangos han ganado reconocimiento tanto en México como en el extranjero. Estos bordados han llamado la atención de diversas marcas y casas de moda, quienes han incorporado diseños similares en sus productos, muchas veces sin dar crédito a sus creadores. Esta situación ha llevado a los artesanos de Tenango de Doria a buscar formas de proteger su trabajo y su tradición.
En 2019, se logró un importante avance en este sentido. Gracias a la propuesta del diputado Marcelino Carbajal Oliver, se instauró oficialmente el 8 de abril como el Día del Tenango, y se designó a Tenango de Doria como cuna de esta artesanía. Este reconocimiento ha permitido dar mayor visibilidad a los tenangos ya sus creadores.
Los Tenangos en el Mundo
Los tenangos han traspasado fronteras y han llegado a diversos rincones del mundo. En 2019, un tenango obtuvo el récord Guinness por ser el bordado más grande del mundo. Esta obra, que mide 103,76 m², fue creada por Norberta González Jiménez y Susana Hernández Núñez, junto con 1.275 hombres y mujeres de diferentes localidades de Tenango de Doria.
Este tenango no solo es un logro artístico, sino también un testimonio de la riqueza cultural y natural de México. En él se representa el mapa del país y se muestran distintos elementos de su diversidad. Esta obra ha sido exhibida en lugares tan prestigiosos como los Museos Vaticanos y ha recorrido varios países a través de una exposición itinerante.
El Futuro de los Tenangos
A pesar del reconocimiento y la popularidad de los tenangos, los artesanos y las artesanas que los crean enfrentan diversos desafíos. Uno de los más grandes es el plagio y la apropiación cultural por parte de empresas y diseñadores internacionales. Estos actos no solo desvalorizan la calidad y la originalidad de su trabajo, sino que también les privan de los beneficios económicos que deben recibir.
Ante esta situación, los creadores de los tenangos han buscado formas de proteger su trabajo. En 2014, un grupo de artesanos conformó la Sociedad de Tenangos Bordados Textiles, que obtuvo la marca colectiva 'Tenangos Bordados de Hidalgo' ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. Esto les permitió asegurar la calidad de sus productos y abrir nuevas oportunidades de venta en los mercados locales y mundiales.
Los tenangos son un ejemplo de la riqueza cultural de México y de la creatividad y resiliencia de su gente. A través de sus coloridos hilos, nos cuentan historias, nos muestran su mundo y nos invitan a valorar la belleza y la tradición de su arte.
En el futuro, los tenangos seguirán siendo un ícono de la artesanía mexicana y un testimonio de la cultura y la historia de Tenango de Doria. A pesar de los desafíos, los creadores de estos bordados seguirán transmitiendo su arte y su tradición, llenando de color y vida cada rincón del mundo.
